Realmente hacer camping es una de las mejores cosas que los padres pueden hacer con sus niños, especialmente cuando son muy jóvenes. ¿Necesitan más motivos para convencerse? Entonces mencionaremos a continuación algunos beneficios de los campamentos de verano familiares. Como padres en el siglo XXI, queremos presentar a nuestros niños una amplia variedad de experiencias, de modo que puedan aprender y explorar, ser inteligentes e íntegros. Una de las mejores maneras de hacer esto es yendo este verano con sus hijos a acampar.
- Sol y aire fresco. Todo el mundo necesita pasar tiempo de calidad en la naturaleza, respirar aire puro y fresco, tomar un poco de sol (obtener vitamina D de forma natural), correr libremente y disfrutar de la belleza en los paisajes. Y qué mejor, que hacerlo en familia, además, el aire fresco y la luz solar ayudan a elevar el estado de ánimo y disminuyen los niveles de estrés, presión arterial y frecuencia cardíaca. Sin duda está experiencia alegrará a sus hijos y a ustedes también como padres que lo dan todo por ellos.
- Experiencias nuevas. Acampar resulta una experiencia increíble para los niños pequeños, cada vez que experimentan algo nuevo, o diferente de su vida cotidiana, tienden a volverlo muy conmemorativo. Los niños asimilan y absorben gran parte de los viajes de campamento a edades tempranas, ya que es muy diferente de todo lo que han hecho, será emocionante y adorable para ustedes como padres, el ver cómo experimentan tantas cosas nuevas, incluso si una de esas novedades es ir al baño en medio del bosque.
- Recreación educativa. Muchos niños curiosos pasan horas leyendo y aprendiendo sobre diferentes insectos, pájaros, nubes y árboles, sin mencionar cosas como las estrellas y el cielo. Acampar por ello es una buena forma de que aprendan de primera mano sobre estas cosas, por ejemplo pueden observar cómo es el cielo nocturno, cómo armar una carpa, encender un fuego o qué bichos salen de noche. Ciertamente, muchos niños desconocen las cosas que ocurren en las noches ya que tienen una hora de acostarse bastante temprana; sin embargo, cuando acampan, la hora de acostarse se retrasa por lo que su hijo puede experimentar la noche al resplandor de la hoguera y de las linternas, mirando las estrellas en el cielo o tratando de atrapar luciérnagas.
- Nuevas experiencias alimenticias. Cuando se va de campamento, uno debe cargar con muchos aperitivos, pocos instrumentos de cocción, y comidas que requieren de preparaciones sencillas, esto hace que la experiencia de los niños con respecto a la comida será diferente ya que la preparación y la cocción de esta no es la misma que en casa. Hacer que sus hijos prueben nuevos alimentos, como cenas con papel de aluminio, resulta una buena lección para que agradezcan lo que reciben y aprendan a lidiar con lo que le dan. Resulta cierto que tanto ustedes como sus hijos estarán limitados con respecto a las opciones, más esto no quiere decir que tengan que pasar hambre, especialmente cuando se está afuera y activo en todo el día, se trata, sin duda, de una buena lección de gratitud y humildad. Sin embargo, no olviden llevar golosinas deliciosas que sean de su agrado para que no se sientan tan desapegos de sus hábitos en casa.
- Lejos de la tecnología. Los niños a menudo pasan mucho tiempo frente a una pantalla, ya sea una tableta, un televisor o un videojuego, lo mejor de acampar es que se está libre de pantallas y de la tecnología, lo cual les ayudará a que no cultiven malos hábitos implicados en estas cosas, cuando se va de campamentos en familia, generalmente no se llevan aparatos electrónicos y los teléfonos se encuentran apagado o fuera de alcance, pues se trata de una oportunidad para cultivar el desapego y descansar de la vida cotidiana, de las redes sociales, y del trabajo. Los niños disfrutan muchas otras cosas que se pueden hacer en la vida durante un fin de semana, como buscar leña para el fuego, cavar un pozo para la fogata, atrapar ranas, trepar a los árboles, jugar juegos de mesa y pescar, es excelente manera de acercarlos a experiencias más concretas que con una pantalla.
- Trabajo en equipo. Acampar no es para los delicados y débiles de corazón, si bien hay los llamados «glamping» (o «camping glamorosos» en cosas como un RV o una habitación lujosa de hotel), acampar de verdad requiere de cierto esfuerzo primitivo. Se tiene que erigir el propio refugio (aunque esto puede evitarse si se renta una cabaña en medio del bosque), encender el propio fuego, cocinar la comida, y tal vez incluso bombear la propia agua potable, llevar a sus hijos a acampar significa que aprenderán a trabajar duro, aunque divirtiéndose en familia. De esta manera los niños aprenden a ser colaborativos, a trabajar en equipo, y no pensar de manera egoísta. Sin duda, la solidaridad en los núcleos familiares se eleva considerablemente con los campamentos de verano.
- Mucha actividad. Si desean que sus hijos consuman energía corriendo y planificando, o en general, que estén activos, acampar es una forma segura de ponerlos en marcha, sus hijos desarrollarán músculos mientras intentan nuevas actividades físicas y juegos, como trepar a los árboles, cavar hoyos, practicar deportes o nadar. Ciertamente no requerirán mucho esfuerzo para alentarlos ya que la misma naturaleza es una invitación a divertirse, experimentar, mantenerse activo y aprender.
- Tiempo familiar de calidad. Sin las distracciones de la tecnología, el trabajo, la escuela, las tareas, las horas de acostarse estrictas y las rutinas, las familias realmente pueden disfrutar de un excelente tiempo de calidad juntos. Acampar es agradable, relajante y desestresante, asimismo, es una excelente manera de fortalecer la unión familiar.
Con lo dicho tendrán razones suficientes para considerar a los campamentos de verano como una buena opción de pasar este verano en familia, esperamos les haya gustado esta publicación, no olviden contactarnos si desean contratar a una empresa de camping con instalaciones para pasar las mejores vacaciones familiares. En Cabañas El Roble, estaremos gustosos de atenderles. ¡Gracias por su visita!